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El almacenamiento de electricidad generada a partir del sol se realiza en baterías específicas, llamadas baterías de ciclo profundo.

A diferencia de una batería convencional de automóvil o batería de arranque diseñada para entregar rápidamente una gran cantidad de energía para arrancar un motor, la batería de ciclo profundo debe entregar una corriente estable durante un período muy prolongado.
Esta batería también debe poder recargarse muchas veces. Una descarga y una carga de la batería constituyen un CICLO. La duración de vida de la batería corresponde a la cantidad de ciclos que puede soportar.
Para aplicaciones solares aisladas y sistemas de respaldo de energía se utilizan principalmente 3 tipos de baterías de ciclo profundo, las baterías tradicionales de ACIDO PLOMO INUNDADAS, las baterías de ácido plomo SELLADAS de tipo GEL o AGM y las novedosas baterías de LITIO.

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• Las baterías de ácido plomo abiertas o inundadas son la tecnología más antigua de baterías. Requieren mantenimiento y reponer agua periódicamente. Liberan gases al cargarse por lo que se deben de instalar en un lugar bien ventilado. Es recomendable descargarlas diariamente entre un 30% y un 50% máximo para no disminuir su vida útil.

• Las baterías de GEL y las AGM son selladas, por lo que no requieren mantenimiento.  Es recomendable descargarlas diariamente entre un 30% y un 50% máximo para no disminuir su vida útil.

• Las baterías de Litio son la tecnología más reciente y eficiente. Para el almacenamiento de energía en sistemas solares, la mejor tecnología es la del LITIO HIERRO FOSFATO (LIFEPO4 o LFP). Además del menor tamaño y peso comparado con las baterías tradicionales de ácido plomo, las baterías LFP pueden descargarse diariamente a más del 90% y su vida útil supera los 15 años. 

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